Cuenta la leyenda que el gran califa de Córdoba, Abd al Rahman III, cuando construyó la luminosa ciudad-palacio de Madinat al Zahra, cubrió los jardines de almendros, para hacer feliz a su favorita, pues era de Elvira (Granada) y le entristecía el no poder ver las nieves de Sierra Nevada. En su lugar, cada mes de febrero vería un manto blanco extenderse sobre los jardines de su palacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario